La energía eólica se puede considerar una variante de la energía solar ya que
las corrientes de aire se generan por las diferencias de temperatura y por tanto
de presión en las masas de aire.
Aproximadamente el 2 % de la energía que llega del sol se transforma en
energía cinética de los vientos atmosféricos. El 35 % de esta energía se disipa
en la capa atmosférica a tan solo un kilómetro por encima del suelo. Del resto,
se estima que por su aleatoriedad y dispersión solo podría ser utilizada una
treceava parte, cantidad suficiente para abastecer 10 veces el consumo actual
de energía primaria mundial. El potencial de los próximos años es de 10-15
GW, de ahí su enorme potencial e interés.
Hoy en día la forma habitual de aprovechar el viento es mediante el empleo de
aerogeneradores de eje horizontal o turbinas de viento. Éste se encarga de
transformar la energía contenida en el viento en electricidad, la cual es
conducida a través de la red eléctrica para abastecer los distintos puntos de
consumo. Un grupo de aerogeneradores constituye un parque eólico o granjas
eólicas. Además pueden ser instalados en tierra o en el mar a cierta distancia
de la costa, denominándose granjas marinas o offshore.
Por tanto los usos de estos aerogeneradores también son muy variados,
empleándose para generar electricidad a gran escala o para suministro
eléctrico de viviendas aisladas, para bombear agua o, en un futuro cercano, para generar hidrógeno o desalinizar agua de mar... |